Se le llama biomagnetismo a la técnica terapéutica que se apoya de imanes comunes de mediana intensidad, pues repone el equilibrio bioenergético del organismo, para así recuperar la salud. Con este método se logra corregir disfunciones energéticas y aniquilar rápidamente los microorganismos dañinos, tales como los virus, las bacterias, los hongos y los parásitos, ubicando los imanes en un lugar en específico.
Según descubrimientos, la unión de varios microorganismos en específico son la causa de bastantes enfermedades del hombre, e inclusive algunas de ellas no se les reconoce una etiología microbiana, como ejemplo están la diabetes, el cáncer, la artritis, la fibromialgia, la esclerosis, el lupus, el Alzheimer, el glaucoma, etc. Es un hecho que por medio del biomagnetismo, gran cantidad de pacientes han mejorado notablemente y en muy poco tiempo, y debemos mencionar que esto no es usual con otros tratamientos.
La medicina vibracional es benéfica para la salud del ser humano, es decir, que las múltiples vibraciones energéticas u ondas electromagnéticas que recorren el cuerpo humano es sano. Para entender mejor este concepto describiremos el concepto de “par biomagnético”, pues es así como se le denomina a este proceso.
¿Qué es el Par Biomagnético?
El par biomagnético aporta un instrumento muy valioso al área de la salud. Dentro de las medicinas no invasivas, sin uso de química extraña al propio organismo, esta terapia es la más efectiva en cuanto al efecto, con tan sólo una pareja de imanes con 30 minutos por sesión, e incluso más de 3 o 4 sesiones basta para que la persona vuelva a su estado de salud.
Podríamos graficarlo como la existencia en el cuerpo de puntos específicos que van hermanados y presentando polaridades magnéticas contrarias, positivo – negativo o si se prefiere, Norte y Sur, como en un imán común.
Tal como el caso de la acupuntura, ya se tiene un mapa con la ubicación de estos pares biomagnéticos, y conforme pasa el tiempo, se han ido descubriendo más y más hasta llegar a la cantidad aproximada de 220 pares.
Lo asombroso de este descubrimiento es que cuando estos pares se desequilibran, en el polo sur de ellos se concentran focos de determinados virus en un ambiente de pH ligeramente ácido, mientras que en el polo norte se ubican ciertas bacterias, pero en un medio de pH algo más alcalino que en el resto de los tejidos.
Los gérmenes implantan una especia de base de operaciones en su respectivo biomagnético que les permite reproducirse y coordinar el accionar de toda especie.
El propio cuerpo del paciente es el que detecta el paradero de los pares biomagnéticos desequilibrados, esto es posible gracias a un test de reacción muscular inteligente que se le hace. Sobre estos puntos se colocan imanes de la misma polaridad, provocando una suspensión de la retroalimentación energética entre virus y bacterias, corrigiendo a su vez la alteración de pH. Esto desequilibra la condición de vida de estos microorganismos, que pierden su sustento energético.Expliquemos mejor lo anterior; en el caso del virus se destruye su carga patógena de ADN, y en el caso de las bacterias, el cambio del pH niega su reproducción y se debilitan frente al sistema inmunológico, y así se crea un efecto cortocircuito en la estructura inmunológico, que al ser eliminados permiten substanciales mejorías de los pacientes.
Diversos virus se presentan en gran cantidad de enfermedades que se consideran incurables, en algunas en donde la presencia viral aún no se reconoce, entonces imaginemos el maravilloso logro que esta técnica tiene para la salud del ser humano, ya que elimina virus por medio del biomagnetismo.
Se ha llegado a una conclusión bastante importante de que el biomagnetismo médico es un proceso de orden físico, natural y externo, y es por eso que no produce efectos colaterales indeseables.
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