El biomagnetismo médico es un procedimiento de la salud, al detectar oportunamente la patología, aún antes de su manifestación clínica, pues bien se sabe que los organismos superiores pueden ser portadores de microorganismo patógenos, sobre todo en las mucosas de los sistemas respiratorio y digestivo, siendo en los pares biomagnéticos donde se crea todo esto.
Es bueno visualizar el estado de salud de los órganos como un equilibrio perfecto entre sus cargas iónicas positivas y negativas. Si el cuerpo humano mantiene un pH en un rango neutro (pH 7), estemos seguros de que está sano.
Cuando existe un desequilibrio entre las cargas positivas o negativas, se originan las enfermedades que pueden abarcar órganos completos, y es el biomagnetismo lo que puede corregir estas distorsiones, ya que empuja las cargas negativas que están de sobra con el polo negativo del imán, las cuales se neutralizan a causa del exceso de cargas positivas empujadas por el polo positivo del magneto, hasta llegar al equilibrio del cuerpo humano, es decir, un equilibrio saludable.
Todo lo que se mencionó anteriormente, influye en que el biomagnetismo también pueda corregir disfunciones y alteraciones metabólicas en el organismo originadas por estos desequilibrios ácido-básicos.
Sus limitaciones dependerán de que los órganos presenten daño estructural por cirugías o efectos de fármacos por uso prolongado, o por poca capacidad de regeneración del tejido a causa de la edad.
Compatibilidad del Biomagnetismo con Otras Medicinas:
El biomagnetismo es compatible con otras medicinas complementarias, al igual que gran cantidad de terapias alternativas o energéticas, y se recomienda especialmente combinar con terapias dedicadas al área emocional y por consecuencia, que ayuden a potenciar el sistema inmunológico.
En este sentido, pueden ayudar mucho las esencias florales, el reiki , la hipnoterapia, la terapia del campo del pensamiento (TFT, Thought Field Therapy), la programación neurolingüística (PNL), el diagnóstico energético integral (DEI) y la psicología convencional.
El biomagnetismo también puede combinarse con tratamientos alopáticos convencionales. Sin embargo, es recomendable que una vez que el paciente constate las mejoras en su condición, concurra a su médico tratante para que le disminuya adecuadamente las dosis de los medicamentos anteriormente prescritos.
En el caso de la quimioterapia, se recomienda a que termine el tratamiento para después seguir con una dieta depurativa, y posteriormente darle al paciente una examinación para ver si es apto de recibir su primera sesión de biomagnetismo.
Duración del Tratamiento Biomagnético:
La cantidad de sesiones y la duración de un tratamiento biomagnético depende de la gravedad de la enfermedad y el grado de su avance, su antigüedad, daños estructurales ya presentes, la edad del paciente, su carga tóxica total derivada de medicamentos, desechos metabólicos de sus microbios y alimentación contaminada, su estado emocional congruente con su estado inmunológico, su predisposición o resistencia subconsciente a sanarse, etc.
Con todos estos factores presentes, el biomagnetismo no siempre reaccionará por igual en los gérmenes patológicos presentes del paciente, complicándose aún más el diagnóstico alopático cuando se combinan distintos tipos de ellos.
Lo adecuado es iniciar con una secuencia de tres sesiones de biomagnetismo, separadas por una semana aproximadamente, y depende de los resultados, puede haber una sesión por mes, aún cuando el paciente ya empieza a sentir mejoras en su salud desde la primera o segunda sesión. Para casos crónicos, puede requerirse un promedio de cuatro o cinco tratamientos, pero el número real en definitiva lo determinará la forma en que reaccione cada paciente.
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